domingo, 13 de febrero de 2022

Otro día

 Sigo leyendo ese libro... lo hago sólo cuando me desplazo en el transporte público, de modo que voy despacio.

Ahora habla de que con su negocio de programación, le ha llovido tanto trabajo que ha tenido que contratar a una chica, la cual ni siquiera tuvo que buscar, sino que simplemente le llegó la persona capaz y dispuesta en el momento perfecto, pues él ni siquiera se había dado cuenta de que necesitaba ayuda o que iba a necesitarla.

Lo bueno de leerlo tan poco a poco, es que me da tiempo a digerirlo.

Lo que no sé, es si realmente esto es realista. Decir que sí a todo en la vida... ¿cómo se hace eso?

Si por ejemplo ahora un chico C me pretende y yo no siento nada, ¿se supone que debería "rendirme" y decirme "vale, es que la vida quiere esto para mí, así que tiraré por ahí"? Porque eso... requiere esfuerzo consciente. Dedicar tiempo y energía a algo (o alguien) que por sí mismo no te llama la atención. 

Y cuando es una actividad ni tan mal, lo que haces, especialmente si es para ti misma, se queda contigo. Mientras que lo que haces por los demás, es susceptible de desaparecer, caer en saco roto, y hacerte sentir vacía. Que es lo que me pasó en su día con D. Y si de algo me sirvió mi relación con B, fue para darme cuenta de que una no puede dar aquello que luego le hará falta, sino que todo lo que des tiene que ser siendo consciente de que probablemente lo pierdas, para así no esperar nada de nadie, y así tener cuidado de no dar de más. Al principio me parecía una actitud muy egoísta y miserable... pero me he dado cuenta de que, soy de las pocas personas que no lo hacían así (aunque conozco a alguna más, no es ni de lejos lo habitual) y eso es una estrategia perdedora en este mundo... aún cuando sepa que la sociedad sería mejor si todos nos cuidásemos los unos a los otros.


Dios... cómo me gustaría poder discutir este libro con alguien que no sólo se lo haya leído, sino que, siendo muy honesto consigo mismo, lo haya intentado aplicar y me pueda dar unos cuantos pensamientos acerca de lo que realmente supone.


Por lo pronto, hoy será un día de trabajo y estudio. Me alegro de haber podido ir a caminar por la vega y disfrutar de las vistas de la sierra, con sus picos nevados, a lo lejos. Y de haber podido ayudar a 2 chavales con sus estudios. Ahora deberé ayudarme a mí con los míos.


Lo que sí, es que no puedo evitar pensar en B. 

Esto me pasa por haberlo visto en navidad. Y no haber cerrado bien esa puerta. Y ahora no sé muy bien qué hacer.


Pero bueno, esta semana toca centrarse en los exámenes y el trabajo. Mi futura yo ya podrá hacerle frente a esto. Y si para entonces es demasiado tarde... pues mala suerte. Si yo puedo esperar, él también debería.



sábado, 12 de febrero de 2022

No sé cuánto tiempo podré llevar a cabo este experimento

 Acabo de leer esa primera entrada que escribí hace tantos años (más de 10, ¡qué vieja me he sentido!). No reconozco a ese yo de entonces. A día de hoy no nos parecemos a penas. Aunque supongo que algo habrá permanecido tras tanto tiempo.


He decidido empezar a escribir, tras una breve búsqueda en google, tanto en inglés como en español, sobre un libro que estoy leyendo "The surrender experiment", de un tal Michael A. Singer (sospecho que en castellano se llama "El experimento Rendición").


Ma ocurre que ese libro me remueve un poco por dentro. Soy alguien que constantemente siente que lucha, que lucha con todo, en la vida. Lucho por sacar una carrera, por pagar las facturas, por sacar adelante el trabajo, por cuidar mi salud, por mantenerme en forma, por cumplir mis deberes sociales, pero sobre todo, por no sentirme una mierda por estar triste al no haber conseguido ni sentir que voy por el camino de conseguir las cosas.


Dramatizo. 


En realidad, sí que tengo la esperanza de que las cosas mejoren. Si no fuera así, no haría lo que hago. Pero cada equis tiempo se me hace MUY cuesta arriba.


Y entonces leo este libro, en el que un boomer hippie "se deja llevar" y la vida le tiene preparadas grandes cosas. Sin comerlo ni beberlo (y literalmente, no hace ni el huevo, más que leerse dos capítulos de un libro y divagar) se saca un doctorado, trabaja en la universidad, se compra una parcela, se construye una casa, empieza con meditaciones, se va un año sabático de retiro a los 22 años o así, conoce a su esposa con la que tiene una niña, se hace líder espiritual, empieza un negocio de construcción, se hace millonario como programador, conoce a gente muy interesante y, básicamente, las cosas le van MUY BIEN.


Mi yo más cínico piensa que eso es porque le tocó una época de bonanza. Hoy en día no es tan fácil conseguir dinero para comprarse una parcela (gracias, especulación), y las horas de trabajo que hay que dedicar para tener un sueldo medianamente decente en un trabajo liberal suelen ser excesivas. De modo que parece que vendes tu vida y tu salud para tener dinero que luego te gastarás en recuperar tu salud (física, porque la mental, si bien, puedes conseguirla, cuesta más).


Pero al mismo tiempo, he de decir que sí tengo a una amiga a la que parece que le va muy bien y lleva una filosofía parecida. 


¿Será que realmente se puede?, ¿será que simplemente han tenido suerte?, ¿será que aunque sólo sea por psicología cognitivo conductual, pensar de ese modo ayuda a "atraer" mejores situaciones a la vida?


Actualmente, tengo muchísimos frentes abiertos:


1- Amigos.

Entre la edad (33), la pandemia, mis amigos sosos y algo egoístas (a la mayoría ya se lo he dicho a la cara, pero por si alguna vez leen esto: sí, os habéis vuelto muy sosos y acomodaticios por puro egoísmo) y que me he mudado de ciudad, me veo en la situación de tener que buscar nuevos amigos con los que poder tener una vida social interesante. 

¿Ahora, qué es una vida social interesante para mí? bueno, pues básicamente lo mismo que siempre me ha parecido interesante: poder hablar de ideas estrambóticas, rocambolescas, originales y divertidas (y si puede ser con unas cañas o unos calimochos delante, mejor); hacer senderismo, piragüismo, escalada (esto es algo que siempre me ha llamado la atención, pero que por diferentes motivos, no hago), esquí, viajes, paseos, picnics, ir al cine, salir de fiesta a ver qué pasa, ir a festivales de música, juegos de mesa, ir a estudiar a una sala de estudio, emborracharnos, ir de camping en plan grupo grande, hablar sobre nuestras inquietudes más trascendentales... pero sobre todo, hacer cosas que permitan que haya MAGIA. Esto es, que ocurran cosas inesperadas, encuentros afortunados, historias que contarnos el resto de nuestras vidas por hilarantes, terroríficas o transformadoras. Como aquella vez en que una de mis mejores (?) amigas se lio con un narcotraficante. O como cuando otra amiga y yo nos hicimos pasar por estudiantes erasmus inglesas (y coló). No sé... de un tiempo para acá parece que la gente se echa pareja y DESAPARECE, pero de verdad (y yo, cuando he tenido pareja nunca lo he hecho). 

Que entiendo que si eres padre y tal, hagas esas cosas, pero antes de ello, haces una última fiesta, un último viaje... y, sobre todo, cuidas a tus amistades después, interesándote genuinamente por ellos y haciéndolos partícipes de tus planes, sueños, problemas, y esas cosas. De lo contrario, parece que la amistad sólo fue parte de esa juventud que aguantaste en lo que conocías al tío con el que estás "en serio" (parece que los 11 años que estuve en pareja no fueron en serio).


2- Mi casa.

Me he cambiado de ciudad (¿ya lo dije?), a lo loco, sin trabajo y sin nada verdaderamente que me ate. ¿Por qué lo hice? porque estoy emperrada en que quiero hacer algo importante con mi vida, y en donde estaba, no parecía que pudiese hacerlo. Al hacerlo, me he quedado sin el trabajo que tenía, he gastado todos mis ahorros y vivo compartiendo piso (un piso viejísimo, sin aislamiento acústico ni térmico... lo cual no me permite dormir) con 3 chicos musulmanes de edades variopintas (22, 23 y 44) con los cuales me llevo muy bien y a uno de los cuales le tengo especial aprecio (lo llamo "el majo", por ser tan cercano y porque su nombre suena parecido). Pero que no deja de ser un poco un retroceso, tener que gastar dinero y energía en una casa que no cubre mis necesidades, que no me permite desarrollar los hábitos que tenía y que eran mi orgullo cuando vivía en mi anterior ciudad, y en la que cada día se estropea algo. 

Deseo mudarme a un piso más coqueto en el que no tenga que compartir para poder recuperar mis horarios, mi sueño (con tanto ruido, me es casi imposible, y haber abusado de tapones de oídos las primeras semanas ha hecho que los tenga llenos de heriditas, por lo que sólo me los pongo cuando no puedo más, a sabiendas de que me haré daño) y empezar a crear esa vida que deseo.


3- Mis hábitos.

El año pasado no paré quieta en una ciudad por demasiado tiempo. Todos mis buenos hábitos se perdieron. Solía levantarme a las 5, pasear, correr, entrenar HIIT, hacer estiramiento, ducharme con agua helada, darme un masaje al ponerme aceite tras la ducha, meditar, estudiar y preparar el trabajo. Luego tomaba un desayuno cetogénico y saciante. De tal manera que a medio día ya tenía hecho todo lo importante. Todo eso lo he perdido. Y quiero recuperarlo, pero me cuesta horrores levantarme antes de las 8am y luego toca ir corriendo a... 


4- La carrera.

Mi culpa, la dejé hace años. No supe lidiar con ciertas emociones, ni reconocía que lo que me pasaba era ansiedad. No tuve las herramientas necesarias, no pedí ayuda a tiempo. Tomé malas decisiones. Y ahora estoy aquí, volviendo a estudiar. Una carrera increíblemente absorbente y a la que no le puedo dedicar el tiempo que querría porque tengo que buscarme la vida como todo dios. Que el año pasado terminé sin poder levantarme de la cama por un dolor horroroso de espalda, porque resulta que el cuerpo no aguanta indefinidamente trabajando y estudiando todo el día y sin dormir más de 4 horas diarias durante semanas--- pero, necesitaba el dinero.


5- Trabajo.

Admito que esto va bastante bien, no tanto como cuando estaba en mi ciudad, pero va bien y tengo la esperanza de que la cosa vaya mejorando.


6- Dinero.

¿Para quién no es un problema? pero en mi caso, con tanto que pagar, y tantas cosas que quiero hacer, con un trabajo tan fluctuante... resulta a veces preocupante y si no fuera por la ayuda financiera que he recibido, más de un día me habría quedado sin comer nada. Aunque parece que la cosa va mejor.


7- Deporte y hobbys.

Tanto estudio y tanto trabajo ha desplazado todo lo que era deporte, y hace meses que no toco nada en el piano, que no canto, que no pinto o dibujo por placer. Prácticamente ni leo... creo que el año pasado ha sido el año en que menos libros he leído. Y, por supuesto, con mis amigos no puedo hacer nada.


8- Amor.

4 años y medio llevo desde que se acabó esa gran relación que creí que sería la relación de mi vida. No es que no lo haya superado, pero no es tan fácil quitarse ciertas limitaciones mentales (y sigo teniendo muchas, pero de otra naturaleza), analizarse una y otra vez para pulir la personalidad, curar heridas, etc. 

Y desde entonces, puedo decir que me han llamado la atención 3 personas: 

A: uno que parecía... pues hablábamos todos los días, claramente se preocupaba por mí, era culto e inteligente, nos reíamos todo el tiempo, ¡hasta discutir nos hacía terminar riendo a los dos! Me llevaba bien con sus amigos, y salí al cine con él y con sus primos, me buscaba para hablar de cosas, dar paseos, me tenía mucha paciencia y fui la primera persona con la que quedó tras el confinamiento. Me hacía sentir querida, y yo siempre le mostré mi gratitud y mi cariño. Me consta que algunos amigos suyos creían que éramos pareja por la manera en que nos comportábamos, y, dado que varias veces quiso liarse conmigo, he de suponer que le atraía físicamente, además de por el lenguaje corporal. Pero fue mudarme y él desaparecer, pasar a escribirme de hablar todos los días a sólo una vez al día, luego una a la semana y luego menos (que porque estaba muy ocupado, decía). A los 7 meses supe, por él y por casualidad, que tiene novia... desde entonces sólo nos hemos visto una vez y hemos hablado por teléfono durante horas otras 2 veces (que siendo, como éramos, amigos, no entiendo por qué no me lo dijo antes ni por qué desapareció tan drásticamente).

B: tenía mis dudas por sus cambios de humor y su carácter complicado. Pero al mismo tiempo era tan echado para adelante, tan inteligente y trabajador y era alguien a quien admiraba tanto... con él aprendí lo que era sentirse deseada (cosa que no había sentido con el de los 11 años), y logré volverme más eficiente en muchas cosas. Me ayudó con algunos proyectos. Llegué a pensar que quizá podría llegar a ser el padre de mis hijos. Pero su humor tan cambiante... una semana me canceló quedar 2 días seguidos, luego, acordamos irnos de escapada un día y mientras me lo decía, por whatsapp, me dijo de repente que eso no funcionaba, me puso un icono de unas tijeras y así rompió conmigo. Creo que estaba celoso porque ese día había salido (que salí porque él me canceló quedar), pero igual... qué se puede construir con alguien así. Además, estar con él implicaba cambiar tantas ideas sobre lo que creía que debía ser mi vida. Y aún así, me pesa no haber dado más en la relación, porque sentía su desconfianza y sus juicios sobre mí, por lo que me volví más calculadora sobre lo que daba o dejaba de dar, para no volver a viejos hábitos. Sin embargo, habría preferido que la relación fallase tras haberlo intentado todo, y no a sabiendas de que nunca fui mi mejor versión con él (con o sin motivo).

T: de tontería. Porque a este tío lo conocí un día, que vino de viaje y coincidimos. Llevaba 17 años sin sentir algo así por nadie. Era atractivo en todo: curioso, viajero, aventurero, gracioso, inteligente, guapo, deportista (de justo las cosas que me llaman la atención), con amor por la naturaleza... Pero se iba al día siguiente para no volver. Y es que el tío vive al otro lado del mundo. Nos seguimos en instagram. Confieso que aunque me hice instagram por algo de la universidad, sólo he empezado a usarlo (y ya casi nada) por él. Y como no habla español, no lo sabrá nunca jeje.


Pero pues eso, no ha funcionado con ninguno. Y frustra. Y una empieza a meterse en estos rollos espirituales (¡joder!, que soy persona seria, de mente más científica, que si las estadísticas, que si la experiencia me dice... ) y ve a sus amigas también meterse pero a ellas les funciona. Y entonces pienso que claro, que es casualidad. Pero ayer una a la que una bruja le dijo que conocería a su hombre en abril (y lo conoció) que quizá yo hice algo para que no ocurriese lo mío porque soy demasiado negativa........ pero es que yo me vuelvo negativa cuando veo que las cosas no funcionan, no antes y joe, me he esforzado, de ahí que conociera a T...


No soy amiga de las apps de citas, me resultan extremadamente artificiales. No soy alguien extremadamente sociable ni agradable en un primer encuentro. Pero evité ese pensamiento y, en un momento en que un plan social se cayó, me descargué una, y le di el like a TODO PERRO PICHICHI a menos de 1km de distancia para ver si el plan que se me había venido abajo podía solverntarse y quedar con alguien rápido para tomar unas cañas. Pero no hubo respuesta alguna (eso si, al día siguiente, cuando ya no podía, sí, intercambié móviles y me quité la app, pero justo me volvía a mi ciudad y hasta la próxima semana no tendré tiempo de quedar con nadie y aun así pfffff). 


La única manera en la que podría conocer a gente nueva de manera orgánica es teniendo un estilo de vida que me permita socializar. Pero parece que es un esfuerzo enorme quedar con gente, y encima son gente que no quiere quedar con más gente... y así ¿¿cómo voy a conocer luego a más gente?? Que parece que si quedo con un tío a tomar unas cañas ya tenemos que quedar siempre así, a solas y casi que como si fuéramos pareja. Cuando yo lo que quiero es que me presente a amigos y amigas.  


Así que, volviendo a la cosa esta del experimento... será que si dejo que todo fluya y blablabla... ¿conoceré a las personas correctas en el momento correcto y la vida me dará todo aquello que deseo o, más bien, aquello que aún no sé que realmente deseo? Porque francamente, meditar todos los días en la idea de que todo está bien, sólo me hace sentir más desgraciada. Si todo está bien y mi vida me hace estar triste, ¿será que debo conformarme con ello y que mi vida será así siempre? ¿Será que debo aceptar mi situación y entender que es así como las cosas deben ser, que me merezco estar como estoy, que si no tengo pareja, familia, hijos, ni la vida emocionante que querría es porque quizá iba a apestar en todo eso? 


¿O quizá más bien se trata de aceptar que estoy como estoy y ver de qué manera sacar lo mejor en esta situación?... De momento, me planteo que el próximo cuatrimestre lo quiero más ligero. Porque necesito, por salud mental, poder tener margen para al menos dormir más horas, pero también me gustaría poder avanzar en otros proyectos (como todo lo antes expuesto) y tener posibilidad de conocer a más gente. Me han dado dos números de móvil. Uno de un chico con novia (así que espero que me presente a gente) y otro de una chica que acaba de mudarse aquí. Así que espero que la cosa empiece a despegar.


Supongo que todo esto lo he escrito por mera catarsis. Porque tengo esperanza de que algún día pueda leer y sentir que todo el camino mereció la pena. Y porque no he encontrado ninguna historia como esta por internet: tengo más de 30, no tengo pareja ni proyecto de pareja, no tengo una carrera terminada, aún no he encontrado mi lugar en el mundo, aún quiero desarrollarme en demasiadas cosas, mis amigas tienen todas pareja (pero no han hecho bodas ni nada, sólo se echan pareja y al rato te dicen que están embarazadas aunque tú ni idea tenías de que fuera una relación en serio), me siento sola frecuentemente, sí tengo amigos buenos que se preocupan por mí, sí tengo pretendientes, pero no siento que sea buena idea empezar una relación con ninguno de ellos y sufro cuando pienso en que debería volver a forzarme en construir una relación porque no siempre tendré esta oportunidad... pero también sufro cuando pienso que esto es todo lo que conseguiré en la vida... 


Quizá este blog se convierta, con el tiempo, en una historia de superación y quizá alguien en mi situación lo lea y no se desespere ni se sienta tan sola. Que parece que la vida ha perdido su magia y su brillo porque la gente desaparece. Consigo pequeñas victorias pero no tengo a quien contárselas porque muchos amigos están tan desconectados de mi vida que no tiene ni sentido contarles ni mis alegrías ni mis penas y eso, evidentemente, me aleja más de ellos. A veces hago el intento consciente de ponerlos al día, pero lo mismo me dejan en visto y tardan días en responder (y no, no están taaaan ocupados, me consta) lo cual significa que o les molesto o simplemente, nuestra amistad no es una prioridad... así que, vuelvo al punto 1. Mientras no tenían pareja, ahí estaban, me llamaban o escribían para quedar, para hablar de sus cosas, para salir y desconectar (cuando muchas veces yo ni ganas tenía de salir o estaba inmersa en alguno de mis proyectos), a veces me siento algo utilizada en ese sentido. 


Pero creo que hay más gente como yo. No puede ser que sea la única. 


Así que si has llegado hasta aquí, gracias. 


Y no estás sola.  

domingo, 16 de octubre de 2011

Ya la he vuelto a liar... xD

Tiene gracia como una puede estarse labrando una reputación durante años para luego estropearla en unos pocos meses... No es que me importe especialmente lo que pueda decir la gente sobre mí, pero me preocupa el hecho de que lo que digan pueda afectar a mi futuro, tendré que tener más cuidado a partir de ahora. Ésta, es una ciudad demasiado pequeña y cuando te presentan a alguien, siempre resulta ser o conocido o el mejor amigo de otro alguien... vaya una suerte estoy teniendo!

Comenzaré por una breve presentación: llevo 2 décadas sobreviviendo como he podido, intentando hacer lo que consideraba más correcto aunque no siempre triunfando en ello; algo dejada... espero que cierta rutina me ayude a salir adelante.

Siempre he sido bastante idealista y soñadora, lo cual me ha vuelto con el paso del tiempo en una persona romántica y detallista. No obstante, también me considero pragmática, así que, después de que "el amor de mi vida" me dijese, tras 5 años de relación, que no me necesita y se fuese de erasmus, he decidido que esta vez no sufriré, vuelvo a huir de las relaciones "formales".

Estoy harta de ser una víctima en este mundo al que le doy igual.

De momento, estos 3 meses de vuelta a la soltería se han convertido en toda una aventura, he roto algunos mitos que tenía, he superado muchos de mis límites y estoy volviendo a vivir por y para mí. Siempre hay algún bajón de por medio, pero seguiré con mi lucha pues sé que algún día recuperaré la libertad de mi corazón.

La razón por la que la he liado otra vez es porque ayer conocí a un chico que me llamó la atención, supongo que yo a él también ya que nos liamos y esta mañana me ha agregado al tuenti. Resulta que éste chico es amigo de otros 2 compañeros de mi facultad con los cuales he "roto algunos de esos mitos que tenía" a lo largo de este verano... sólo espero que no hablen demasiado entre los 3 y con otros más ya que, mal que me pese, en nuestra sociedad mucha es la gente que ve con malos ojos lo que he hecho a pesar de no hacer daño a nadie.

Y ahora, intentaré continuar con uno de los libros que tengo sobre mi mesa: Justine, obra de El Marqués de Sade. Sobre los otros ya hablaré en otra ocasión.